Presiones Transnacionales, Regionalismos y Dilemas Tecnológicos
1ª parte
Patricia Molina
Los proyectos de litio en el mundo están en manos de un reducido número de empresas privadas transnacionales, principalmente de origen norteamericano y chino[1],[2], que dominan tanto la extracción como la industrialización del recurso. En contraste, la Estrategia Boliviana de Industrialización de Recursos Evaporíticos, implementada entre 2008 y 2019, representa la primera experiencia regional bajo un modelo de control estatal. Este enfoque buscó desarrollar una cadena de valor integrada dentro del país, priorizando la soberanía sobre el recurso, y evitando la dependencia de corporaciones extranjeras. Su ejecución enfrentó diferentes desafíos que van desde las demandas regionalistas que paralizaron e hicieron retroceder acuerdos y contratos; burocracia estatal en el desembolso de los créditos, inestabilidad política y cambio de gobierno; abandono de la estrategia nacional y presiones internas y externas por la apertura de los salares a los inversores extranjeros alegando deficiencias tecnológicas.
El litio es un mineral con propiedades químicas y físicas únicas que lo hacen fundamental en diversas aplicaciones industriales. Aceites lubricantes y cerámicas, aleaciones, sistemas de refrigeración y purificación de aire, uso en armas nucleares y productos farmacéuticos son algunos de los más prominentes. Se extrae a partir de roca o de salmueras[3], mismas que se encuentran en ecosistemas áridos donde la evaporación es mayor a la precipitación, que es el caso de los salares andinos.
En Bolivia, territorio en el que e encuentra el Salar de Uyuni, y al menos otros 17 salares y las zonas intersalares, pobladores originarios y comunidades locales han desarrollado la variedad Quinua Real, —destacada por su calidad y características como granos más grandes y de alto valor nutricional. La Quinua Real está reconocida por la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) y cuenta con Denominación de Origen (DO), el máximo nivel de protección para un producto vinculado a un territorio específico. Esta protección fue otorgada por sus cualidades únicas y la dependencia de estas de factores climáticos, del suelo, altitud y conocimiento tradicional de sus productores. Esta variedad de quinua exclusiva de esta zona, crece en suelos usualmente descritos como muy pobres. Sin embargo, prácticas tradicionales centradas en el manejo de camélidos del lugar, tales como llamas y vicuñas, han mostrado jugar un rol crucial en el enriquecimiento de los mismos. Además la fibra de estos camélidos es de muy alta calidad, especialmente de la vicuña que es la más cotizada del mundo, también cuentan con programas de protección y solo las comunidades locales bajo manejo tradicional pueden comercializarla. Se trata de un espacio de circuitos ecológicos integrados moldeados por usos y conocimientos tradicionales desarrollados entre comunidades locales y sus paisajes a lo largo de siglos en un ambiente especialmente difícil con condiciones extremas.
El Salar de Uyuni es el centro de producción de sal desde tiempos prehispánicos[4]. Como objeto de intercambio impulsó patrones de movilidad que dieron lugar a complejas redes de intercambio y complementariedad, desde las alturas andinas, pasando por quebradas y pie de monte hasta la costa del Pacífico. Su uso para sazonar y conservar alimentos, -como es el caso del charque y la chalona o carne salada y deshidratada consumida por comunidades locales, es ancestral en todas las culturas y pueblos de la región. Además, los salares andinos son consideradospor sus pobladores como lugares de poder y sitios de conexión sagrados, por lo que la sal es utilizada en ofrendas rituales milenarias. La sal tiene usos medicinales, especialmente de limpieza espiritual y descontaminación. Su explotación constituye una fuente tradicional de ingresos y en el Salar de Uyuni, convertida en hoteles de sal ha consolidado dinámicas económicas que hoy lo posicionan como uno de los principales destinos turísticos de Bolivia. En consecuencia los salares son mucho más que sitios de explotación minera, —son territorios milenarios donde se han desarrollado culturas con relaciones particulares con el entorno natural cuyo equilibrio existencial es determinante.
Durante la reunión del Acuerdo de Paris el 2015, en el marco de la Convención de Cambio Climático, los países establecieron compromisos globales para controlar el aumento de temperatura en el planeta fomentando una transición energética que permita pasar de un sistema energético basado en energías fósiles hacia un modelo con energías renovables, tecnologías limpias y mejoras en la eficiencia energética. Dado que el transporte basado en combustibles fósiles es uno de los mayores emisores, se buscó pasar a la electromovilidad con energías más limpias, es decir al transporte con electricidad, para lo que se requieren acumuladores de energía en baterías recargables. En ellas el litio es el elemento principal. Esto lo posicionó como un recurso estratégico, disparando la demanda internacional por lo que el uso en baterías pasó a ser el principal destino del litio y su provisión es crítica para los negocios de las corporaciones que lo explotan, procesan y comercializan.
El caso boliviano presenta particularidades distintivas en dinámicas del litio en la región. Con las mayores reservas de litio y una extensa zona de salares dentro del denominado Triángulo del Litio, que abraca partes de Bolivia, Argentina y Chile, -donde se encuentran las mayores reservas de litio en salmueras del mundo-, Bolivia ha definido, a través de su normativa constitucional que los recursos de los salares tienen un carácter estratégico y deben estar bajo control estatal.[5] Esto significa que no existen concesiones a empresas privadas para su explotación, una decisión clave considerando las proyecciones e intereses regionales que moldean las dinámicas del área donde se encuentran las mayores reservas de litio en salmueras del mundo.
La fase extractiva, a partir de las salmueras, está a cargo del Estado a través de la empresa Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). Para procesos de industrialización y el tratamiento de la salmuera residual, YLB podrá asociarse con un socio estratégico, conservando al menos el 51% de la participación estatal.
La industrialización del litio es un proceso altamente complejo que comprende aspectos de mercado, tecnología y producción, con un intenso intercambio internacional, desde la provisión de insumos hasta la comercialización en un contexto de alta volatilidad de precios. A esto se suma el hecho de que Bolivia ha asumido el control estatal del recurso en un escenario de presiones transnacionales por su acceso, donde China ha tomado la delantera frente a las potencias económicas que dominaron el siglo XX, como Estados Unidos, Alemania, Japón y Francia[6]. Además, la situación se ve aún más complejizada por los debates y movilizaciones regionalistas en torno a regalías y distribución de beneficios en regiones históricamente postergadas, las crecientes preocupaciones ambientales por el impacto en los ecosistemas, la competencia global por el desarrollo tecnológico y las obligaciones por el uso de patentes.
La Estrategia Nacional de Recursos Evaporíticos enfrentó demoras y dificultades propias de un proceso autónomo de aprendizaje y acumulación de experiencia y conocimiento en función de las necesidades del país. Más allá de la generación de excedentes por la venta de materia prima, el objetivo era desarrollar un tejido industrial y consolidar una autonomía tecnológica en torno a la cadena productiva del litio, lo que implica fortalecer la soberanía energética y superar el modelo extractivista.[7]
Entre los factores que incrementan la complejidad de la Estrategia se encuentran las condiciones climáticas, geoquímicas, geológicas y ambientales de los salares bolivianos que difieren de los salares en explotación de Chile o Argentina. Factores como la menor concentración de litio en las salmueras, la mayor relación litio/magnesio o el menor índice de evaporación han representado retos significativos. A pesar de la complejidad mencionada, Bolivia ha logrado cerrar el circuito de la agregación de valor de litio a escala piloto.
Iniciando con los trabajos de exploración geológica en Bolivia, sobre la base de estudios previos (2008-2011), la investigación[8] en YLB dio paso a las alternativas de procesamiento de salmueras y producción de carbonato de litio, cloruro de potasio, hidróxido de litio, cloruro de magnesio y otros productos, que son parte de la primera fase de agregación de valor (2009-2012). Este proceso involucró a universidades, profesionales de la empresa estatal y alianzas con organismos internacionales e inició la implementación de piscinas de evaporación para la concentración de sales.
Posteriormente, se instalaron diversas plantas piloto[9]:
- -Planta piloto de cloruro de potasio en 2013.
- -Planta piloto de carbonato de litio en 2014.
- -Primera planta piloto de baterías de ion litio en Latinoamérica, que comenzó su producción en 2017.
- -Planta piloto de materiales catódicos en 2017, que inició la síntesis de materiales en 2018.
- -La planta industrial de cloruro de potasio comenzó operaciones en 2018 con una capacidad de 350,000 toneladas por año.
- -En 2019, comenzó la construcción de la planta de carbonato de litio grado batería (15,000 toneladas por año), cuya producción se esperaba para 2023, tras varias ampliaciones de plazo.[10]
Paralelamente fueron implementadas seis estaciones meteorológicas y laboratorios certificados con equipamiento de última generación. Para ello, se capacitó a profesionales bolivianos a través de programas y políticas estatales y convenios internacionales. Los laboratorios desarrollan servicios de análisis para diversas unidades productivas y operativas de YLB[11]. Entre ellos está el análisis de la calidad de las salmueras, concentración de litio en las diferentes piscinas, monitoreo geoquímico de ríos, pozos y afluentes, mapeos de concentración de sales, acompañando las investigaciones de aguas superficiales y subterráneas de los salares y el desarrollo y mejora de procesos. La prospección para cuantificar reservas, estudios de suelos, litología, estratigrafía, hidrogeología, etc., se realizan de manera permanente con apoyo de los laboratorios.
Las baterías producidas a nivel piloto se han aplicado en sistemas fotovoltaicos de áreas rurales dispersas del Altiplano. Actualmente tienen también una gran proyección para comunidades de la Amazonía, donde la extensión del sistema eléctrico integrado no está planificado por las dificultades y costos que implica, por lo que juegan un papel esencial en la transición energética justa, al facilitar el acceso a la energía en vastas zonas del país. El diseño y producción de baterías se tradujo en el acuerdo con la empresa boliviana Quantum, que produce autos eléctricos accesibles en Bolivia. El ingeniero metalúrgico Juan Carlos Montenegro[12], quien fue presidente de YLB entre 2017 y 2019, resumió los retos faltantes del proceso de agregación de valor implementado: consolidar la producción industrial de cloruro de potasio que ya está en producción y de carbonato de litio que está en implementación y avanzar en la producción de materiales catódicos y baterías a escala industrial, desarrollar precursores como níquel, cobalto, manganeso y fosfato de hierro y otros componentes para la producción industrial de materiales catódicos.
Marcela Hernando, ministra de Minería de Chile, expresó en el Foro Perspectivas del Litio desde América Latina el 2022: “exportar litio como carbonato no es relevante y (…) deberíamos avanzar en la cadena de valor”. En este contexto, destacó que, con la llegada del Presidente Gabriel Boric al gobierno chileno, se pretende “crear la empresa nacional de litio que desarrolle una nueva industria con participación de las comunidades; una nueva gobernanza de los salares para asegurar una gestión sustentable con respeto a las comunidades y la creación de un instituto de investigación y desarrollo en litio y salares que realice la investigación básica y aplicada, enfocándose en nuevos métodos de extracción, materiales avanzados, tecnología e innovación[13].
Luego de la paralización del proceso de industrialización durante el 2020, al asumir el gobierno de Luis Arce Catacora a fines de ese año, fueron retomadas parcialmente las actividades de operación y construcción de las nuevas instalaciones planificadas recién el 2021. Con un gran retraso, se reinició la construcción de la planta de carbonato de litio, el Centro de Investigación en Ciencia y Tecnología de Materiales y Recursos Evaporíticos (CICYT MAT-REB), ubicado en La Palca, y en 2022 fue licitado el contrato para la planta de tratamiento de aguas. En marzo de 2025, la planta industrial de carbonato de litio aún se encontraba en ajustes operativos y técnicos, a pesar de que el contrato fue firmado en septiembre de 2018 y la conclusión, -con adenda de postergación-, estaba prevista para agosto del 2022. La implementación e impermeabilización de piscinas proyectadas (de la Línea 13 a la 20, en total 64 piscinas faltantes) no ha sido completada, aparentemente lo único que fue terminado es la impermeabilización de las pocas piscinas que faltaban correspondientes a las 12 líneas construidas hasta 2018. Tampoco fueron efectuados los mantenimientos rutinarios entre cosechas. Esta inacción coincide con las críticas de los ejecutivos actuales al proceso de evaporación solar que sirve para justificar un cambio a tecnología de extracción directa de litio (EDL). Sin la implementación de las 20 líneas de piscinas proyectadas ni la planta industrial de carbonato de litio ni la planta industrial de cloruro de potasio podrán acercarse a su capacidad instalada. El 2024 la planta industrial de cloruro de potasio operó a menos del 15% de su capacidad.[14]
El 2021 fue realizada la convocatoria internacional para la implementación de procesos de extracción directa de litio (EDL), que reemplazaría las piscinas de evapoconcentración, pero no hubo propuestas formales. En 2022, se realizó una nueva licitación, en la que fueron seleccionadas las empresas Uranium One Group (U1G Rusia) y la empresa china Hong Kong Investment Limited (CBC), subsidiaria de CATL de China. En septiembre y noviembre de 2024, el gobierno de Luis Arce firmó los contratos con las mencionadas empresas para la construcción de tres plantas de carbonato de litio. Actualmente, los contratos se encuentran en la Asamblea Legislativa, para ser revisados y sometidos a control legislativo por tratarse de un recurso estratégico, tal como lo establece la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia. Las controversias que han generado son intensas debido a las presiones para su aprobación y los cuestionamientos suscitados.
Ambos contratos han sido observados por incompatibilidades con la legislación nacional y por las obligaciones económicas que impondrían al país. Todos los riesgos los asumiría YLB y también, las obligaciones de provisión de agua, energía y suelos en usufructo. Los costos los definen las empresas y los pagos son en especie. Con un discurso de soberanía nacional que contradice los términos de los contratos, en realidad se podrá transferir sin restricciones y sin costo toda la cadena de valor desarrollada, esto es, conocimientos técnicos y tecnológicos, propiedad intelectual, infraestructura y equipamiento, redes de proveedores y distribuidores y personal especializado.[15]
Más allá de los cuestionados contratos, lo que está en el centro de discusión es la Estrategia Nacional de Industrialización de Recursos Evaporíticos bajo control estatal, iniciada el 2009 e interrumpida con la salida de Evo Morales el 2019. Los críticos a la tecnología de cristalización fragmentada por evaporación solar desarrollada por YLB en el Salar de Uyuni, parecen apuntar que las dificultades se centran en la “ineficiencia de la metodología”, la “incapacidad profesional” en el personal de YLB, y la “poca capacidad científica” instalada en el país. Estos críticos consideran prioritario modificar la legislación nacional para permitir la entrega de concesiones en el Salar de Uyuni a las corporaciones extranjeras que puedan hacer el trabajo de manera más “eficiente”. Sin embargo, en la práctica el ingreso de corporaciones extranjeras que pugnan por acceso a fuentes de litio significaría una entrega de concesiones en los salares bolivianos para que sean ellas, quienes trayendo su metodología, puedan incorporar al país rápidamente al Club de los proveedores de materia prima de litio, antes “que se pase el tren”. En realidad se trata de excusas o subterfugios para entregar el desarrollo tecnológico y la cadena de valor producidos en 11 años de implementación de la Estrategia Nacional de Recursos Evaporíticos.
La crítica a la Estrategia Nacional de Recursos Evaporíticos hace abstracción de que cada salar y cada salmuera poseen características únicas que requieren un análisis específico, «se trata de una evaluación caso por caso, en la que deben considerarse variables clave para determinar el enfoque óptimo en términos de costo-beneficio, impacto ambiental y efectos socioeconómicos», enfoque que se aplicó en YLB hasta 2019 (Eppers, 2024)[16]. Sin embargo, la descalificación inconsistente a la tecnología y procesos desarrollados también desde la gerencia actual de YLB, ha derivado en la judicialización de los exejecutivos, mediante una auditoría interna de YLB solo anunciada en los medios, sin documentos accesibles.
Mantener el litio bajo control estatal a través de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) representa un cambio en la lógica extractivista y colonial que ha predominado históricamente. Esta estrategia busca no solo garantizar que la renta del litio permanezca en Bolivia, sino también fomentar la industrialización local, el desarrollo tecnológico y la creación de un tejido productivo nacional en torno a la cadena de valor del litio. Más que una decisión económica, se trata de un posicionamiento político y estratégico que desafía la lógica colonial de acumulación por desposesión, reconfigurando las relaciones de poder en torno a los recursos naturales y abriendo la posibilidad de un desarrollo endógeno basado en el control, la gestión nacional de sectores estratégicos y lo más importante, la gestión ambiental de los salares.
Sin embargo, los riesgos asociados con la implementación del modelo de control estatal han quedado expuestos debido a los sucesivos cambios de gobierno en Bolivia que han modificado, de manera directa o encubierta, la orientación de la Estrategia Nacional de Recursos Evaporíticos. Los recursos del Triángulo del Litio son de interés de las corporaciones que aprovechan las oportunidades comerciales que ofrece la transición energética global. Por ello, avanzar en una cooperación regional gradual, con un enfoque en las comunidades locales y en los impactos socioambientales, podría respaldar que la transición energética se implemente primero en los países que poseen estos recursos estratégicos, garantizando energías limpias y atendiendo las necesidades internas antes de exportar materia prima sin agregación de valor en el país.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
[1] Melissa Pistilli, Georgia Williams, septiembre 2024. Las 7 mayores empresas de litio. INN. Red de noticias sobre inversiones. https://investingnews.com/daily/resource-investing/battery-metals-investing/lithium-investing/top-lithium-producers/
[2] Hasta hace poco, la mayor parte del litio era producido por Abermale (EUA), SQM (Chile) y Arcadium Lithium, pero en los últimos años China ha pasado de ser el primer procesador y refinador de litio, al tercer mayor productor de litio en 2023. Las empresas chinas han ido adquiriendo acciones para formar parte de los principales proyectos del mundo, como Greenbushes en Australia, SQM en el Salar de Atacama en Chile y actualmente también en Australia con el proyecto Mount Holland. La empresa Ganfeng posee el 50% del proyecto Mount Marion en Australia, el 51% del Proyecto Cauchari-Olaroz en Argentina, posee otros dos lagos salados en Salta y acciones en Pilbara Metals de Australia, en México y en Bali. En Argentina, hasta el 2023 la empresa china Tianqui Lithiun formaba parte del proyecto ERAMED junto con la empresa francesa Eramine, en el Salar Centenario-Ratones, el primero con tecnología EDL.
La empresa estadounidense. Abermale extrae litio en La Negra en el Salar de Atacama, posee el 49% de la mina Greenbushes que comparte con Tianqui Lithium y la empresa conjunta MARBL con Mineral Resources que opera la mina Wodgina y la planta de hidróxido de litio Kemerton. En Estados Unidos es propietaria de las salmueras de Silver Peak, la única fuente de litio de EUA que planea duplicar la producción con los recursos que recibió del gobierno estadounidense (US$ 150 millones) a fondo perdido.
Arcadium Lithiun es una fusión entre Allkem y Livent de enero de 2024, y es a la vez minera y procesadora de litio a partir de roca dura, extracción convencional de salmuera, la extracción directa de salmuera de litio (DLE) y la fabricación de productos químicos de litio. Opera en Argentina, Australia, Canadá y Estados Unidos. En Argentina posee los proyectos Fénix en el Salar del Hombre Muerto, el 65% del Proyecto Olaroz en Jujuy y el proyecto Cauchari, también en Salta. En octubre de 2024 fue adquirida por la empresa global Rio Tinto que tienen entre sus accionistas a los principales fondos de inversión globales, de EUA, Noruega y China. https://es.marketscreener.com/cotizacion/accion/RIO-TINTO-PLC-111960845/empresa-accionistas/
[3] Salmuera natural es una solución acuosa con alta concentración de sales disueltas, principalmente cloruro de sodio (NaCl), cloruro de potasio, cloruro de litio, cloruro de magnesio, sulfato de sodio y otras sales y también puede tener minerales como litio, magnesio, potasio y calcio, además de boro. La composición de cada salmuera es diferente y puede tener diferentes concentraciones de algunos o varios de estos elementos. Se encuentra en ambientes como los salares, los océanos y algunos lagos salinos.
[4] Hector Morales, Felipe Andrade. 2022. Cultura salinera en la Puna atacameña. Estudios atacameños. vol.68. San Pedro de Atacama. Epub 29-Ago-2022, Versión online.
[5] Montenegro Bravo, J. C., “El modelo de industrialización del litio en Bolivia”, Revista de Ciencias Sociales, segunda época, año 10, Nº 34, Bernal, Editorial de la Universidad Nacional de Quilmes, primavera de 2018, pp. 69-82, edición digital, <http://www.unq.edu.ar/catalogo/474-revista-deciencias-sociales-n-34.php>.
[6] Juan Zicari, Bruno Fornillo, Martina Gamba. 2019. El mercado mundial del litio y el eje asiático. Dinámicas comerciales, industriales y tecnológicas (2001-2017). POLIS, Revista Latinoamericana No 52.
[7] Ibid
[8] Memoria YLB 2017
[9] Memoria YLB 2018
[10] Memoria YLB 2019
[11] Memoria YLB 2017
[12] Juan Carlos Montenegro. Seminario Internacional CIDES-UMSA 2023.
[13] Foro Perspectivas del Litio desde América Latina 2022
[14] https://www.la-razon.com/economia/2025/03/01/ylb-genero-bs-25691-millones-en-2024-con-ventas-de-litio-y-potasio/?utm_source=chatgpt.com
[15] https://www.ylb.gob.bo/
[16] Oswald Eppers. Noviembre 2024. Comparación de la Evaporación Solar y la Extracción Directa de Litio para la Producción de Sales de Litio en Salares. K-UTEC Salt Technologies. Sondershausen Alemania.
*Patricia Molina es Coordinadora General del FORO BOLIVIANO SOBRE MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO-FOBOMADE
RESUMEN
A nivel global, la explotación e industrialización del litio están dominadas por un reducido grupo de empresas transnacionales, principalmente de origen estadounidense y chino. En contraste, Bolivia implementó entre 2008 y 2019 la Estrategia Nacional de Industrialización de Recursos Evaporíticos, una iniciativa pionera en la región que busca el control estatal de toda la cadena productiva del litio, desde la extracción hasta la comercialización y de los impactos ambientales, a través de la empresa pública Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). Los avances logrados están en riesgo debido a los contratos firmados, actualmente en revisión por la Asamblea Legislativa. De ser aprobados, entregarían todo lo desarrollado por YLB en el Salar de Uyuni y los demás salares, sin restricciones al uso de agua y la disposición de desechos, con acceso prioritario a energía abriendo las posibilidades de nuevos contratos con las mismas compañías que están causando impactos irreversibles en los salares de los países vecinos del Triángulo Energético, que exportan litio sin valor agregado para la transición energética fuera de sus fronteras.
