Camino a la COP 29. Un análisis desde Latinoamérica de la agenda climática de la COP 29 con foco en los país andinos. Visiones desde la Sociedad Civil: FOBOMADE
Lo que está ocurriendo en la Amazonia el 2024, quemándose y convirtiéndose en el mayor emisor de carbono, justo antes de las reuniones globales climática y de biodiversidad sacude las estructuras y los cimientos de todo lo avanzado en materia ambiental a nivel global. Pone en evidencia los compromisos incumplidos de los gobiernos del Norte y del Sur con escasa voluntad de cambiar el enfoque de la Amazonia como una gran región de negocios, con un futuro moderno de agricultura inteligente y ganadería sostenible, de producción de agrocombustibles y expansión de la frontera agrícola, acabando con el bosque, el Cerrado y los humedales. Ello a pesar del agravamiento del cambio climático con eventos extremos que se suceden desde hace varios años atrás con mayor fuerza como los 4 últimos años de sequía continua. Y debe sacar a luz los extravagantes proyectos de enormes represas para generar energía “renovable” empujados por la banca multilateral de desarrollo que se convierten en inverosímiles propuestas cuando el mayor río del Amazonas actualmente tiene 25 cm de altura y miles de ribereños están sin acceso al agua, en situación de vulnerabilidad alimentaria y aislamiento.
En la región amazónica, los cambios en los regímenes hídricos afectan el bosque húmedo que depende de sus propios ciclos de retroalimentación, afectados por la sequía persistente y por los incendios producidos anualmente para expandir la frontera agroindustrial que busca satisfacer la demanda internacional de granos y carne, complejizando aún más la vulnerabilidad y riesgos de la región.
Mientras el bosque amazónico arde, los actores del sistema financiero, desde los mayores bancos globales, fondos de inversión, seguros y fondos de pensiones que invierten en la devastación, pasan desapercibidos. Y los pueblos indígenas, hombres y mujeres recolectores, campesinos y campesinas, jóvenes, niños y niñas son empujados a abandonar sus territorios consumidos por el fuego, renunciar a los derechos colectivos inherentes y cobijarse en los cinturones pobres de las ciudades amazónicas, donde tal vez algún programa de inclusión financiera les de microcréditos para la autoexplotación.
La situación de crisis global impulsan a los gobiernos que apostaron por tal a buscar solo alternativas en el mismo extractivismo, mirando esta vez hacia los minerales estratégicos como última alternativa a la crisis agravada por la pandemia. El compromiso de los países desarrollados para el financiamiento de los países en desarrollo en su lucha contra el cambio climático y búsqueda de formas no extractivas de desarrollo es una necesidad, pero no pueden generar más deuda ni ser destinados a mas extractivismo, aunque se presenten como energías renovables en el caso de represas o de menores emisiones como en el caso de los biocombustibles. Y debe ser mayor, de mejor calidad y accesibilidad.
Por una Amazonia sin Petróleo, sin Represas y sin agronegocios
Referencias:
- Juan Samaniego, marzo 2023. Sudamérica: abandonar el extractivismo para sobrevivir a la desigualdad y al cambio climático en https://www.climatica.lamarea.com/sudamerica-informe-sintesis-6-ipcc/
- Patricia Molina. 2023. Transición Energética Justa. https://fobomade.org.bo/transicion-energetica/bolivia-transicion-energetica-justa/