El proyecto del puente, se aleja completamente del concepto de desarrollo local que han implementado los pobladores de Rurrenabaque y las poblaciones aledañas, orientadas a la actividad ecoturística. Siendo una obra demandada por los habitantes de la región, los cuestionamientos han llegado a los mecanismos de reclamo del BID, inicial financiador de la obra, por los efectos negativos sobre la principal actividad económica de Rurrenabaque.